grabados rupestres

donde se unen la tierra y el cielo

donde se unen la tierra y el cielo
En La Palma, la arqueología y la astronomía han cruzado las miradas, unos al suelo y otros al cielo, para coincidir en una misma dirección, interrelacionando las observaciones hasta confirmar la importancia de los atros entre los antiguos habitantes de Benawara.
“adoraban al Sol, la Luna y otros planetas” (Alvise Ca’da Mosto, 1455-1457)

"Quienes tratan de interpretar símbolos en sí mismos miran la fuente de luz y dicen:"no veo nada". Pero la fuente de luz está ahí no para que se la mire a ella, sino para que se mire y vea lo que ella ilumina. E igual pasa con el simbolismo" (Dan Sperber).





miércoles, 23 de febrero de 2011

Revista Iruene nº 2: CANOPO

El viernes 18 de febrero se presentó el segundo número de la revista de prehistoria de La Palma “Iruene” dedicada íntegramente a la sugerente visión del cielo nocturno centrado en la estrella Canopo.

Los awara, al igual que el resto de los pueblos antiguos, fueron grandes observadores de los movimientos de los elementos del universo. En su afán de coordinar las acciones terrestres con las celestes, dejaron constancia de sus observaciones astronómicas, de sus ideas cósmicas, la orientación de sus construcciones y su iconografía. La orientación se ha convertido en todo un ritual muy antiguo para experimentar la necesidad de situarse en un mundo organizado cósmicamente. Cuando algo se orienta, el espacio cobra sentido, el cielo y la tierra se encuentran y se unen. Se sale de la linealidad y se entra en la eternidad cíclica, aquella que se repite constantemente todos los años. Basarse en esas disposiciones nos ha dado claves a muchas respuestas.

¿Qué tiene de raro afirmar que los antiguos canarios adoraran la naturaleza, al Sol, la Luna, las estrellas, las montañas, las fuentes, los árboles, el viento… y que creían en un Ser Supremo? ¿Puede ser un grabado rupestre una imagen o modelo del cosmos? Una imagen dominante y generalizada como una espiral, un círculo, un meandro o las miles de combinaciones creadas por los awara nos conducen a descubrir su arquetipología, la que orienta el conocimiento hacia algo concretizado, en dirección al punto por donde sale o se pone el Sol en sus posiciones extremas (solsticios), intermedias (equinoccios), el cenit, referencias topográficas como Pico Bejenao, Pico La Nieve, Risco Liso, Montaña del Azufre y lo descubierto recientemente: la estrella Canopo.

Ocaso de Canopo sobre el Pico Bejenao desde el dique sagrado de El Roquito de La Fortaleza
Canopo es un astro supergigante del Hemisferio Sur que, desde nuestra posición, podemos localizar siempre en el Sur cercano al horizonte, entre finales de agosto y los primeros días de mayo. Es muy fácil de encontrarla por su posición, su gran tamaño, constantes centelleos y cambios de color. Su culto se encuentra bien documentado en el mundo bereber, siendo parte importante como eje de su cosmogonía. Según la mitología de algunos pueblos magrebíes Canopo es la estrella principal del cielo, la más antigua, la madre de todas las estrellas, huevo primordial de cuya explosión nace el universo que conocemos (Pâques, 1956).
En este segundo número de la revista “Iruene” se ha confirmado la existencia de cuatro impresionantes yacimientos de grabados rupestres en La Palma, uno en la isla de La Gomera -Las Toscas del Guirre- y otro en la isla de El Hierro -Julan- armonizadamente direccionados hacia Canopo.